Están determinadas varias sendas que permiten realizar recorridos por diversas áreas del Parque en los cuales se pueden apreciar los valores naturales que se preservan.

Senda de la Glorieta

Desde esta senda se tiene una amplia y espectacular panorámica del valle que recorre el río Caslilla, de la Silla del Caballo y de la propia villa medieval de Sepúlveda.

rutas01

Se trata de un equipamiento de uso público que se ha habilitado para facilitar el trayecto por ella a las personas con movilidad reducida.

Esta senda comienza en las inmediaciones de la Casa del Parque, en la Villa de Sepúlveda, cuenta con paneles de interpretación adaptados a usuarios en silla de ruedas, así como con mobiliario que permite el descanso durante el paseo.

Al inicio de la senda se pueden observar algunos elementos interesantes del patrimonio cultural de Sepúlveda como son las antiguas cuevas excavadas en la roca y ocupadas desde tiempos remotos. En la actualidad algunas de ellas se siguen utilizando como vivienda o como corrales, mientras que otras mantienen usos recreativos.

A lo largo de este recorrido podemos asomarnos a las primeras hoces que dan nombre al Parque Natural, lo que nos permitirá hacernos una idea del paisaje de este espacio y contemplar algunos elementos geológicos de interés, como el Pliegue en Rodilla denominado “Silla de Caballo”. . Esta formación geológica tiene su origen en un pliegue en rodilla formado durante la Orogenia Alpina. Y gracias a la acción erosiva del agua ha adquirido esta forma tan peculiar que recuerda a una silla de montar.

Desde la senda también se pueden observar los Crestones o Crestas, formas verticales originadas por la erosión fluvial del pliegue. En la comarca de Sepúlveda estos crestones reciben el nombre de “picozos” en alusión a su perfil aserrado con varios picos.

Desde la Senda de La Glorieta se divisan algunos elementos de la arquitectura tradicional de la zona y del trazado medieval de la Villa de Sepúlveda: camino de ronda de las murallas, alguna de las siete puertas de acceso a la villa...

Esta senda constituye también un lugar privilegiado para observar el vuelo de algunas de las aves más características del Parque Natural de las Hoces del Río Duratón.

El recorrido por esta senda también nos permitirá observar numerosas especies vegetales, algunas características de la zona y otras introducidas por el hombre con intención ornamental. En primavera estas plantas adquieren su máximo esplendor.

El recorrido tiene una longitud de 800 metros de ida y 800 metros de vuelta y la dificultad es baja. Toda la ruta es accesible para personas con movilidad reducida y discapacidad visual. El tiempo de recorrido está estimado en una hora.



Senda de los Dos Ríos o de ICONA

Este sendero ofrece un espectacular paisaje de las Hoces del río Duratón, así como numerosos elementos del patrimonio histórico-artístico de Sepúlveda. Es la principal de un conjunto de sendas que permiten apreciar el entorno de la villa, llamado Sendas del entorno de Sepúlveda. El recorrido tiene una longitud de cinco kilómetros y, aunque en algunas zonas de su trazado salva algunos desniveles del terreno, en general la dificultad de este recorrido es media o baja en su mayor parte. El tiempo de recorrido está estimado en 1:30 horas.

rutas00

La senda se inicia en la Casa del Parque, situada dentro de la iglesia de Santiago, y se encamina hasta la iglesia de la Virgen de la Peña, recorriendo algunos de los rincones más llamativos de la villa medieval de Sepúlveda. En la parte posterior de la Virgen de la Peña hay un mirador con paneles interpretativos desde el que se puede ver el sorprendente paisaje que describen las hoces en el Parque Natural.

Desde este punto la senda continua hacia la Puerta de la Fuerza, cogiendo el camino que sale junto al Cuartel de la Guardia Civil. Atravesamos el arco de esta puerta y bajamos al río por una antigua calzada romana hacia el Puente de Picazos. Tras cruzar el río Duratón por este puente, la senda continua por la margen derecha del mismo.

Tras pasar por la “Pasarela de ICONA”, pasarela de madera situada en la solapa de un cortado, llegaremos al encuentro del río Caslilla con el río Duratón. El siguiente hito es la Fábrica de la Luz, actualmente en desuso. Seguimos hasta el puente de Talcano. En este punto esta senda se encuentra con la senda del Puente de Talcano al puente de Villaseca, senda que se adentra en la Zona de Reserva del Parque Natural. Cruzando el puente podemos ver uno de los arcos originales del Puente de Talcano que queda preservado del tránsito de peatones. Seguimos nuestro recorrido atravesando un aparcamiento para ir por la base de la “Silla de Caballo”.

Desde aquí volvemos a acercarnos al enclave histórico de Sepúlveda, entrando de nuevo en él por la antigua muralla a través de los restos de la Puerta del Castro. Seguimos el recorrido hasta llegar a la Puerta de Duruelo.

En este punto podemos continuar por las escaleras que suben hacia la Casa del Parque, o modificar ligeramente el trazado de esta senda pasando bajo dicha puerta y atravesando una zona de huertas para llegar a la Puerta del Río en el Barrio de San Esteban, antiguo enclave musulmán que guarda algunos de los rincones más hermosos de esta villa medieval. Por último solo queda subir a la calle principal que hacía de antigua travesía y que nos lleva, tanto a la Casa del Parque, como a la Plaza de España, finalizando nuestro recorrido.



Senda Larga: del puente de Talcano al puente de Villaseca

El trayecto que une el Puente de Talcano, en Sepúlveda, con el Puente de Villaseca, situado en las profundidades de las hoces del río Duratón, constituye una interesante manera de descubrir, a pie o en bicicleta, algunas de las zonas más destacables de este Parque Natural. El camino, de diez kilómetros de longitud y con un trazado prácticamente llano, discurre junto al cauce del río Duratón y nos permitirá disfrutar de un paisaje sorprendente en el que las impresionantes paredes calizas de este cañón nos acompañarán en todo el paseo. Dada su ubicación dentro del área de especial protección se precisa un permiso para transitar por ella desde el 1 de enero al 31 de julio. Tiene una dificultad calificada como de fácil-media y el tiempo de recorrido de ida está estimado en 3 horas a pie.

rutas03

Durante el trayecto podremos observar algunos elementos interesantes de este Parque Natural. En las proximidades del Puente de Talcano se encuentra un meandro abandonado del río Duratón.

A medida que nos adentramos en la senda podremos observar restos de la intensa actividad agrícola que se desarrolló en este lugar hasta no hace mucho tiempo. Esta ruta fue en su día el camino por el que los hortelanos accedían a sus huertas.

La senda discurre entre farallones que destacan por su inmensidad y sobre los cuales ha dejado huella la acción erosiva del agua, adquiriendo formas que llaman la atención y que permiten la nidificación de numerosas especies de aves.

A lo largo de la misma nos encontraremos con tres fuentes de agua no tratada: la fuente de la Hontanilla, la fuente Redonda y la fuente del Chorrillo.

Aproximadamente a la mitad del trayecto se sitúa el Puente del Villar. Desde el mismo, parte un empinado camino que une este cañón con el pueblo de El Villar de Sobrepeña. Esta senda nos permitirá descubrir la belleza de este espacio natural a lo largo de todas las estaciones del año desde diferentes perspectivas, si bien es en otoño cuando la vegetación del fondo del cañón adquiere una mayor vistosidad cromática.



Camino a San Frutos

Sin duda alguna, la ermita de San Frutos es uno de los lugares más atractivos del Parque. Parte del aparcamiento del área de San Frutos y llega al ermitorio. Se recorre en escasos 15 minutos, solo ida, y está catalogada como fácil. Al aparcamiento se llega desde Villaseca por un camino de tierra.

rutas02

El priorato de San Frutos, hoy conocido como ermita de San Frutos, son los restos de un antiguo convento monástico que se sitúa sobre uno de los meandros que forman las hoces del río Duratón.

San Frutos, patrón de Segovia, nació en el año 642 y fue un ilustre personaje que, encandilado por la belleza del entonces llamado “Desierto del Duratón”, se retiró a este lugar en compañía de sus hermanos Valentín y Engracia, para dedicarse plenamente a la oración. En la actualidad se puede ver la ermita rodeada de los restos del antiguo priorato; entre ellos y junto al ábside de la misma se encuentra una necrópolis visigoda. El acceso a este conjunto se realiza a través de un puente de piedra del s. XVIII que salva una grieta conocida con el nombre de “la Cuchillada” que hace referencia a uno de los milagros de San Frutos.

Alrededor de la ermita de San Frutos podremos observar la vegetación que caracteriza a la paramera. En este ecosistema predominan especies vegetales adaptadas a las condiciones extremas de este lugar: inviernos muy fríos y veranos secos y calurosos. Entre las especies que podremos divisar se encuentran la sabina albar, el enebro de la miera y diversos tipos de plantas aromáticas.

Las paredes del cañón conforman el hábitat para diferentes especies de plantas que se han adaptado a vivir en un lugar tan inhóspito como éste, como es el caso de los zapatitos de la Virgen. Algunas de estas plantas rupícolas están consideradas como uno de los recursos naturales más destacables del Parque.

Con respecto a la fauna, durante nuestro recorrido por el páramo es fácil que nos sobrevuelen especies rupícolas emblemáticas del Parque como el buitre leonado, el alimoche o la chova piquirroja. Además, la zona alberga diferentes especies de aves esteparias como la alondra ricotí, el alcaudón común o la cogujada.

En el recorrido hacia la Ermita de San Frutos se encuentra habilitado un mirador sobre el río Duratón desde el cual se divisa el embalse de Burgomillodo que marca uno de los límites del Parque Natural. Desde este lugar el visitante puede apreciar el resultado de la acción erosiva del río Duratón durante millones de años, fruto de la cual se abre ante nuestros ojos un paisaje espectacular en el que el cañón nos ofrece sus vistas más majestuosas.

Desde él se pueden divisar los meandros más pronunciados del río, sobre el que se elevan los impresionantes cortados rocosos que hacen de este paisaje un sitio único.

 

primi sui motori con e-max
Scroll to top