La iglesia románica de los Santos Justo y Pastor, de los s. XII y XIII, está declarada Monumento Nacional desde 1931.

Se encuentra situada intramuros, es decir, dentro de la muralla que protegía Sepúlveda, tras la Puerta del Azogue, palabra que quiere decir mercado, por lo que posiblemente en sus proximidades se desarrollaría el mercado semanal. Por su emplazamiento y magnitud, debió ser una de las iglesias más importantes de Sepúlveda, que llegó a contar con quince parroquias, en la época en la que ésta se alzaba.

Se trata de un edificio de tres naves y su cubierta de madera es de par y nudillo. Las naves están separadas por arcos que apoyan sobre pilastras con medias columnas adosadas. Bajo los ábsides tiene una cripta con puerta lobulada, también de tres naves o si, se prefiere, una capilla con tres ábsides, algo insólito en el románico castellano. En el altar hay una estatua, una Virgen con niño en la rodilla izquierda. A sus pies, la sepultura de Díaz González de Sepúlveda, maestresala del infante don Alonso, el hermano de Isabel la Católica.  La Iglesia de San Justo es un magnífico testimonio del arte románico de los siglos XII y XIII.

Actualmente alberga el Museo de los Fueros, en el que se ha dispuesto un recorrido temático que tiene los siguientes capítulos: la historia de Sepúlveda, Patronazgo y Mecenazgo, los Fueros en la Edad Media, los hombres del Fuero y la Comunidad de Villa y Tierra de Sepúlveda. En las tres naves del templo, su coro alto y su singular cripta, se exponen esculturas, pinturas, documentos históricos y restos arqueológicos, todos ellos originales, relacionados con cada uno de los citados aspectos, abarcando una cronología comprendida entre el s. XIII y el s. XVIII. Una serie de audiovisuales y paneles ilustrados ayudan al visitante a conocer los aspectos básicos de cada uno de los temas tratados.

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